31 marzo, 2006

¡Cagüenlaleche! Engánchese a Internet o algo.


El señor Esteban (ver el artículo "Respuesta a un padre, de una madre" publicado en http://espacio1999.blogia.com ) tiene dos hijos sanos y guapos, pero tiene un problema: quiere tener más. ¡¿CÓMOOO?! ¡Cagüenlaleche!, vaya ganas de buscarse problemas, como si el día a día no nos trajera ya bastantes. Mire, señor Esteban, para que usted disfrute un ratito de sus hijos y se enorgullezca de su paternidad y de su prole, su señora esposa va a estar jodida toda la vida, primero padeciendo los embarazos y sus secuelas (las tienen, jefe, las tienen); luego, alimentando bebés (la lactancia materna, por si no lo sabe, es bastante cansina. Yo la he practicado tres largos años, vamos, que sé lo que digo), aunque sea a biberón, quitando cacas, educando niños, llevándolos y trayéndolos a todas partes y multiplicándose hasta adquirir el don de la ubicuidad, sacando adelante todo el trabajo que dan, para el que no bastan las veinticuatro horas del día, y sin tiempo ni para peinarse. ¡Cagüenlaleche, señor Esteban! Engánchese usted a Internet o algo. Hágase socio de algún equipo de fútbol y no se pierda un partido, practique el ciclismo, que está de moda, váyase al bar a echar la partida, pero deje a su mujer tranquila, que con dos ya tiene bastante. ¡Hale! Recapacite, que diez o quince minutos de su gusto pueden ser la esclavitud vitalicia de su mujer, no la quiera tan mal, hombre.

30 marzo, 2006

¡Cagüenlaleche! ¡Me han dejado sin grafía para el blog!


¡Cagüenlaleche! Me declaro en rebeldía contra la REAL ACADEMIA DE LA LENGUA ESPAÑOLA, que limpia, fija y da esplendor y también mete la pata: han suprimido la grafía ch como letra única, pues yo me niego a usar el fonema al que corresponde. A partir de ahora en mi casa los curros nos los comemos, además de sufrirlos, por ejemplo. Llamo a la rebeldía a la nación, al país o al Reino de España, para atenernos a la Constitución. Resistencia activa: que nadie pronuncie un fonema cuya grafía se ha desvirtuado. ¡Cagüenlaleche! (léase "leqhe", con h aspirada, si se puede)