10 mayo, 2006

¡Cagüen la leche! ¡Qué culpa tendrán las carreteras...!


Puestos a decir gilipolleces, una de las más gordas es la se emplea como justificación de cualquier accidente de tráfico: "Es que es una carretera muy mala". Y una mierda, señores: las carreteras no son malas ni buenas, las carreteras tienen un trazado más o menos sinuoso y el firme en mejor o peor estado, y carecen, que yo sepa, de cualquier intencionalidad moral, lo que las exime de esa absurda calificación. Pues no, las carreteras no son malas ni buenas, es malo el conductor que no sabe adaptarse a las condiciones de la carretera por la que transita y a las del vehículo que conduce. Es malo el conductor que cree que ser buen conductor consiste en correr más que nadie y que las señales de tráfico son un bonito adorno para romper la monotonía de la conducción o una distracción peligrosa para la misma; es malo el conductor que no respeta los límites de velocidad establecidos, y el que adelanta sin que se den las condiciones para hacerlo con seguridad, y el que conduce con alguna copita de más porque nunca le pasa nada a uno hasta que le pasa (esas cosas sólo les pasan a los demás); es mal conductor el que toma a ciento veinte una curva que no puede tomarse a más de ochenta, y el que no respeta la distancia de seguridad y se pega a la trasera del coche que le precede, y el que confía tanto en sí mismo y en su magnífico vehículo que no se da cuenta de que en cualquier momento pueden fallar el vehículo y él (¿quién está exento de tener un ligero mareo, o qué coche no puede tener una avería inesperada?); es malo el conductor que no pone sus cinco sentidos en la conducción... Es malo el conductor que... Así podríamos seguir hasta completar una relación con más kilómetros que el trayecto de ida y vuelta entre La Coruña y Melilla. Por más campañas que haga Tráfico y por impactantes que sean, está demasiado arraigada la idea que mencionaba: ser un buen conductor consiste en correr más que nadie y no respetar las normas de circulación.
¡Cagüen la leche! ¿Cuándo nos enteraremos de que la culpa de los accidentes no la tienen las carreteras, sino los conductores?

3 Comments:

Blogger mimismidad said...

Insisto: aunque las carreteras estén en mal estado, aunque las inclemencias atmosféricas dificulten la conducción, aunque el coche no esté a punto (y de esto sí tiene la culpa el propietario), si el conductor supiera o quisiera adaptarse a esas condiciones, los accidentes se reducirían a la mitad como mínimo. Pero, efectivamente, falta prudencia, y sentido común, que, como alguien que no recuerdo dijo, es el menos común de los sentidos, junto con el del humor. Un saludo,para mi fiel comentarista Milindris.

1:18 p. m.  
Blogger svodoba said...

Buenas Inmaculada, cuanto crece esta comunidad de blogueros de reciprocidad...!!!

Tienes razón, en todo lo que dices, si bien es cierto que supongo que al decir que la carretera es mala, se refiere al estado en que se encuentra, no a su intencionalidad. Pero vamos, que más despacito también se llega. Os habéis dado cuenta de lo despacio que va la gente ahora con lo de los puntos del carnet?? Parece que algo funciona, a las cifras me remito.

2:19 p. m.  
Blogger pcbcarp said...

Nooo mujer: la culpa de los accidentes es del Destino. No vas a pretender que a estas alturas alguien piense que es responsable de algo.

4:00 a. m.  

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