12 septiembre, 2006

¡Cagüen la leche! ¡por qué el canon para cd/dvd!

¿Por qué tenemos que pagar por un cd/dvd un precio que consiste en una proporción más alta de canon que precio del consumible? (es decir, de 1 euro pagamos unos 70 céntimos de canon).

Yo era de los que pensaban que el Gobierno del PSOE iba a eliminar el canon para cd/dvd, que iba a modificar la ley de internet (LSSI) y otras más cosas que oí en campaña. La realidad es que el canon sigue, la LSSI sigue y se pondrá más dura según leí esta mañana y que la ADSL sigue igual de cara, y por tanto estoy a un tris de quitarla de mi casa, porque pagar 36,90 € al mes más iva por conectarme por banda ancha me parece excesivo en toda regla (ver post al respecto).

Como estoy seguro que todo lo que espero que ocurra con esto no va a suceder, pues no me queda más que resignarme e intentar dar la mayor guerra posible, porque soy de los que no aceptan imposiciones si estas son a todas luces injustas.

Entiendo que los productores y artistas se quejen porque se les "piratea" por Internet o porque los de la manta vendan muchas copias de sus discos, pero los que utilizamos estos medios no somos responsables de que unos pocos hagan un uso "fraudulento" de ellos y por lo tanto no tenemos que pagarles "primas" para que sigan forrándose de dinero nuestro. Sí queremos darles nuestros euros, vamos al fnac y compramos sus discos, pero si queremos hacer copias de datos privados o cualquier otra cosa legal no tenemos porque pagar esa prima. ¡Qué no somos unos primos!.

Salud y paz.

Enlaces anti-canon de interés:
http://www.internautas.org/anti-canon/accion02.htm
http://todoscontraelcanon.es/
Hay muchos más. Si quieres, dale al google: anti canon.

22 agosto, 2006

¡Cagüen la leche y en el síndrome post-vacacional!

¡Cagüenlaleche! Si resulta que todavía tengo que estar contenta... Si después de todo soy una privilegiada porque no tengo una mierda de trabajo (es lo que tiene no tener trabajo remunerado, que tampoco es reconocido) que me permita irme de vacaciones y sufrir después el síndrome post-vacacional. Es que eso de descansar es muy cansado. Lo dicho, soy una privilegiada, ¡cagüenlaleche! ¡Y yo sin darme cuenta hasta ahora!

04 agosto, 2006

¡Cagüen la leche! No funcionan los blogs

Como me encuentro lo suficientemente cabreado, voy a contar la peripecia que me ha supuesto añadir un post en mi blog de Terra:

Ayer, en toda la tarde, me fué imposible acceder al servicio por no se muy bien que problemas, aunque me figuro que serán debidos a la unificación que lleva en marcha Terra con Telefónica.

También es habitual que en otros blogs de Blogger, haya muchos problemas para poder colgar imágenes, que en los blogs de Bitacoras.com salgan errores (supuestamente del navegador) y no puedas añadir el post que habías tecleado, que en los blogs de Ya.com no se pueda editar correctamente código html, con lo que es muy difícil dar el formato que uno quiere al post, que si tardas mucho en crear un post, cuando vas a publicar la entrada sale un error de que se ha cortado el permiso de acceso a la página...

Los que somos usuarios no tenemos porque pagar las consecuencias de una decisión empresarial que directamente no nos incumbe (por lo menos a mi). Creo que este tipo de actuaciones se deberían llevar a cabo sin perjudicar a los que utilizamos un servicio que ponen a nuestra disposición, y que si creen que no va a funcionar bien, pues que no lo pongan y se dediquen a colgar banners con tonterías, que éso si que da dinero.

Estoy seguro que hay muchos usuarios que no habréis tenido ningún problema -yo hasta hace unos días tampoco- pero hay otros muchos que, cuando falla el tema, nos fastidia y por eso me quejo.

Salud y paz.
Luis.
http://apunta.blogs.terra.es

10 mayo, 2006

¡Cagüen la leche! ¡Joé con los estrategas!


LOS HECHOS
Villa del Prado. Colegio Público Nuestra Señora de la Poveda. 9 de mayo de 2006, 2 de la tarde (14.oo o 2 P.M.) Los alumnos de Educación Infantil salen con sendos papelitos en la mano. Los papás leemos que hay una huelga convocada para el día siguiente y que en la Dirección del centro se desconoce la incidencia de la misma. La tutora de mi hijo me informa de que casi nadie va a acudir y decido no llevarle a clase el día 10. Ésa es la primera noticia que tengo de la convocatoria.
San Martín de Valdeiglesias. Colegio Público Virgen de la Nueva. 9 de mayo de 2006, 3 de la tarde. Revuelo de padres. Casi nadie sabía nada de la huelga. Hay un letrero en una de las paredes del edificio, bajo el porche, en la que se da a conocer la convocatoria, se dice que habrá servicios mínimos (Directora, jefe de estudios, auxiliar de control y poco más) y que no se garantiza la seguridad de los niños dentro del recinto escolar debido a la previsible falta de personal (¿Qué es el centro escolar? ¿Un mini-Bronx, para que los niños no estén seguros sin la vigilancia cerrada de los profesores?) Los padres preguntamos a los respectivos tutores de nuestros hijos sobre adhesión o no adhesión a la huelga. La respuesta general, en términos parecidos a "Mi idea ahora mismo es venir mañana a trabajar. Pero de aquí a mañana puedo haber pensado otra cosa. Trae al niño y si estoy, lo dejas, si no pues llévatelo a casa" Muy concreto, ¿verdad? .
10 de mayo: llevamos a los niños al colegio. La puerta de la avenida está cerrada y allí espera un montón de gente. La puerta del centro de salud está abierta, pero Eugenio, uno de los profesores, habla con las personas que intentan entrar por ella y veo que todas esas personas bajan hacia la avenida y el profesor cierra. La puerta de la piscina es la única que a las nueve y veinticinco está abierta. Descendemos del coche mis hijas y yo y nos dirigimos a la puerta que Eugenio acaba de cerrrar. Leo el cartel que hay en ella: "Durante el día de hoy sólo permanecerá abierta la puerta de abajo". Llamo al portero automático para que me abran las educadoras de la guardería (allí es donde llevo a mi hija pequeña). Me abren y paso; otra de las educadoras se dirige ya hacia la puerta y me dice que les han prohibido abrir la puerta, que debemos pasar por la de abajo, y a la hora de recoger a los niños, también. Unos metros más allá, en el porche de Infantil, acaba de aparecer el jefe de estudios, muy indignado, preguntando quién ha abierto la puerta de arriba y diciendo que nos llevemos a los niños porque no va a haber maestros y van a estar todo el día en el patio. Yo dejo a mi hija en la guardería; cuando salimos la mayor y yo de allí suena la sirena que avisa de la hora de entrada. Decido, a pesar de lo que he oído, ir al porche de Primaria, a ver qué pasa allí. Las maestras ya están listas para hacerse cargo de sus alumnos. Pregunto a la tutora de mi hija si va a dar clase con normalidad o van a estar los niños en el patio. "No, no van a estar en el patio, y no entiendo por qué dicen eso. Yo he venido a trabajar, como todos los días, y si no os di papelito para informaros es porque no pensaba hacer huelga. Los míos van a dar clase como cualquier otro día". En consecuencia, mi hija se queda en el colegio. Y como ella, todos los que han acudido sin saber a ciencia cierta lo que iba a pasar. En Primaria no ha faltado ninguna tutora y casi ningún niño.
Hora de salida: todas las puertas del colegio están abiertas.
LA INTERPRETACIÓN
La dirección sabía de antemano la escasa repercusión de la huelga. Por ello, intentan boicotear a los profesores que no la secundan presionánoles para que no informen con claridad a los padres de cuál es su decisión. Por otro lado, intenta confundir a los padres, en principio, informando de la convocatoria a última hora, y luego con la absurda maniobra que yo llamo "el lío de las puertas"(porque no he mencionado que, finalmente, la puerta de abajo, que era la que debía permanecer abierta, según el cartel, estuvo cerrada hasta pasados diez minutos del toque de sirena), y sembrando la idea de que los niños van a estar en el patio, no en su aula.
EL CABREO
Y aquí llega ya el momento del cabreo y del "¡Cagüenlaleche!". De acuerdo con la Constitución, existe el derecho a la huelga, pero eso no excluye, que yo sepa, el derecho a no hacerla. Sin contar con el derecho de los padres a estar informados. No se respetó ni a los profesores que decidieron trabajar, ni a los padres, que somos los primeros y más implicados en la educación de nuestros hijos. No dudo de que la estrategia empleada fuera preparada cuidadosamente, pero les salió justo al revés, porque los maestros que quisieron dar clase la dieron y los padres no nos dejamos confundir. La huelga no tuvo la aparente incidencia que ellos querían.
LA SUGERENCIA
La próxima vez que se convoque una huelga, infórmennos de ello y del motivo por el que se ha convocado. De esa manera, en vez de ponerse a los padres en contra y crear malestar entre los compañeros, entenderemos lo justo de sus motivos (y esto lo digo completamente en serio, porque según he sabido después, la huelga se hacía en protesta contra la LOE, y yo tampoco estoy de acuerdo con esta ley) y les apoyaremos. Y si la huelga la hacen juntos maestros y padres, de verdad tendrá incidencia y nos harán a todos un poco más de caso.
Espero que hayan aprendido algo del día de ayer: los padres no somos tontos, sus compañeros tienen todo el derecho de no hacer huelga y es mucho mejor y más inteligente no intentar tomarnos el pelo ni a unos ni a otros e intentar ponernos de su parte con una actitud abierta y honesta.

¡Cagüen la leche! ¡Qué culpa tendrán las carreteras...!


Puestos a decir gilipolleces, una de las más gordas es la se emplea como justificación de cualquier accidente de tráfico: "Es que es una carretera muy mala". Y una mierda, señores: las carreteras no son malas ni buenas, las carreteras tienen un trazado más o menos sinuoso y el firme en mejor o peor estado, y carecen, que yo sepa, de cualquier intencionalidad moral, lo que las exime de esa absurda calificación. Pues no, las carreteras no son malas ni buenas, es malo el conductor que no sabe adaptarse a las condiciones de la carretera por la que transita y a las del vehículo que conduce. Es malo el conductor que cree que ser buen conductor consiste en correr más que nadie y que las señales de tráfico son un bonito adorno para romper la monotonía de la conducción o una distracción peligrosa para la misma; es malo el conductor que no respeta los límites de velocidad establecidos, y el que adelanta sin que se den las condiciones para hacerlo con seguridad, y el que conduce con alguna copita de más porque nunca le pasa nada a uno hasta que le pasa (esas cosas sólo les pasan a los demás); es mal conductor el que toma a ciento veinte una curva que no puede tomarse a más de ochenta, y el que no respeta la distancia de seguridad y se pega a la trasera del coche que le precede, y el que confía tanto en sí mismo y en su magnífico vehículo que no se da cuenta de que en cualquier momento pueden fallar el vehículo y él (¿quién está exento de tener un ligero mareo, o qué coche no puede tener una avería inesperada?); es malo el conductor que no pone sus cinco sentidos en la conducción... Es malo el conductor que... Así podríamos seguir hasta completar una relación con más kilómetros que el trayecto de ida y vuelta entre La Coruña y Melilla. Por más campañas que haga Tráfico y por impactantes que sean, está demasiado arraigada la idea que mencionaba: ser un buen conductor consiste en correr más que nadie y no respetar las normas de circulación.
¡Cagüen la leche! ¿Cuándo nos enteraremos de que la culpa de los accidentes no la tienen las carreteras, sino los conductores?

01 abril, 2006

¡Cagüenlaleche! ¿Ahorro? ¿Qué es eso?

¡Cagüenlaleche! ¿Que ahorre? ¿De dónde? De un sueldo de 1.500 euros para los gastos de una casa, coche, dos adultos y tres niños en edad de crecer e ir al colegio que me digan cómo puedo ahorrar. Me comprometo a darle la mitad de lo ahorrado al que me proponga un plan de ahorro que funcione.

31 marzo, 2006

¡Cagüenlaleche! Engánchese a Internet o algo.


El señor Esteban (ver el artículo "Respuesta a un padre, de una madre" publicado en http://espacio1999.blogia.com ) tiene dos hijos sanos y guapos, pero tiene un problema: quiere tener más. ¡¿CÓMOOO?! ¡Cagüenlaleche!, vaya ganas de buscarse problemas, como si el día a día no nos trajera ya bastantes. Mire, señor Esteban, para que usted disfrute un ratito de sus hijos y se enorgullezca de su paternidad y de su prole, su señora esposa va a estar jodida toda la vida, primero padeciendo los embarazos y sus secuelas (las tienen, jefe, las tienen); luego, alimentando bebés (la lactancia materna, por si no lo sabe, es bastante cansina. Yo la he practicado tres largos años, vamos, que sé lo que digo), aunque sea a biberón, quitando cacas, educando niños, llevándolos y trayéndolos a todas partes y multiplicándose hasta adquirir el don de la ubicuidad, sacando adelante todo el trabajo que dan, para el que no bastan las veinticuatro horas del día, y sin tiempo ni para peinarse. ¡Cagüenlaleche, señor Esteban! Engánchese usted a Internet o algo. Hágase socio de algún equipo de fútbol y no se pierda un partido, practique el ciclismo, que está de moda, váyase al bar a echar la partida, pero deje a su mujer tranquila, que con dos ya tiene bastante. ¡Hale! Recapacite, que diez o quince minutos de su gusto pueden ser la esclavitud vitalicia de su mujer, no la quiera tan mal, hombre.

30 marzo, 2006

¡Cagüenlaleche! ¡Me han dejado sin grafía para el blog!


¡Cagüenlaleche! Me declaro en rebeldía contra la REAL ACADEMIA DE LA LENGUA ESPAÑOLA, que limpia, fija y da esplendor y también mete la pata: han suprimido la grafía ch como letra única, pues yo me niego a usar el fonema al que corresponde. A partir de ahora en mi casa los curros nos los comemos, además de sufrirlos, por ejemplo. Llamo a la rebeldía a la nación, al país o al Reino de España, para atenernos a la Constitución. Resistencia activa: que nadie pronuncie un fonema cuya grafía se ha desvirtuado. ¡Cagüenlaleche! (léase "leqhe", con h aspirada, si se puede)